Simulacros de rescate

Los sistemas anticaídas, los Epis y la formación para prevenir las caídas de altura están muy implantados ya en nuestra sociedad laboral.

Ya no sólo por la existencia y aplicación de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales, o el R. D. 2177/2004, sino también por la concienciación de los trabajadores para evitar los riesgos relacionados con los trabajos en altura.

Pero, aun habiendo tenido en cuenta todo lo previsible, puede darse la situación que un trabajador se caiga y quede suspendido de su sistema de seguridad anticaídas.

Ya hemos detenido la caída de trabajador, ¡¡qué bien!!…, no se ha matado por la caída!!…, pero ahora se puede morir si se encuentra suspendido del arnés e inmóvil. No es lo mismo “matarse” que “morirse”, pero seguramente no nos viene bien ninguna de las dos opciones.

Le puede afectar el “síndrome del arnés” que conlleva la muerte inevitable y puede tener este mal a partir de 4-6 minutos y siempre antes de los 30 minutos.

En imprescindible realizar una operación de rescate de una persona en suspensión en el menor tiempo posible, puesto que la ayuda puede llegar demasiado tarde, y tenemos que estar preparados para poder realizarla con seguridad y eficacia.

El rescate de un compañero es una labor delicada y responsable.

La formación teórico-práctica no sólo es imprescindible, puede salvar una vida, es vital

Lo primero de un rescate es la planificación, tener los equipos necesarios, y disponer de una formación adecuada para llevar a cabo una operación de este tipo sin comprometer la seguridad de ninguno de los implicados, víctima o rescatador.

En una situación de emergencia el tiempo y la eficacia son factores muy importantes y que traen secuelas, positivas o negativas, por lo que es interesante practicar las maniobras pre-establecidas de actuación para la solución de una emergencia que conlleve realizar alguna forma de rescate.

Los simulacros sobre situaciones previsibles de rescate, que podemos vernos abocados a realizar en alguna ocasión debido a nuestra actividad o lugar de trabajo, y son una parte muy importante de la seguridad o prevención de daños o riesgos laborales y, por tanto, el banco de pruebas de una operación real de rescate.

Conviene tener “fresco” el recuerdo de las prácticas y superado las dudas técnicas. En cualquier caso es interesante hacer prácticas de este tipo de maniobras al menos una vez al año.

 

PAUTAS PARA LA REALIZACIÓN DE SIMULACROS INTERNOS DE EVACUACIÓN

 

  1. Decidir si el simulacro se va a realizar habiendo informado previamente a todo el personal, al personal que interviene en el plan o si no se va a informar a nadie.

Si el personal está informado:

  1. Definir el tipo de emergencia a simular (herido, incendio, etc.) localizando el punto en el que se genera.
  2. Dar la alarma de evacuación

Si el personal no está informado:

  1. Dar la alarma de evacuación
  2. Verificar la actuación del personal, para ello se puede situar en los puntos más críticos a personas que visualicen la intervención de algún miembro de los equipos.
  1. Controlar tiempos de evacuación de todo el personal.

Tiempo total: desde que se da la alarma hasta que se hace el recuento de personal evacuado

Tiempo parcial: desde que se da la alarma de evacuación hasta que se hace el recuento del personal evacuado.

  1. Verificar que se han ejecutado todas las pautas establecidas: corte del gas (o su simulación), de la corriente eléctrica (o su simulación), etc.

 

  1. Realizar una reunión con las personas que forman los grupos de autoprotección para que puedan transmitir las deficiencias o los problemas que han encontrado.

Sería recomendable dar la posibilidad a cualquier persona de la empresa para que aporte deficiencias detectadas o posibles mejoras.

  1. Emitir un informe con las deficiencias e incluirlas en la planificación para que sean ejecutadas.

Recordar que los objetivos que tiene que cubrir el simulacro son:

  • Entrenamiento de   los  componentes  de  los  equipos  que  intervienen  en  el  plan  de  emergencias  y  evacuación, así  como  de  todos  los  afectados  en
  • Detección de  posibles  circunstancias, o  comportamientos  imprevistos  de los  equipos, que   no  se  han  tenido en  cuenta  a  la  hora  de  elaborar  el  plan  de  emergencias  y  evacuación.
  • Comprobación del  correcto  funcionamiento  de  los  medios
  • Medición de  tiempos, tanto  de  evacuación como  de  intervención, para  obtener  las  conclusiones

 

Al realizar un simulacro de rescate, de uno o varios trabajadores suspendidos en cuerdas, debemos considerar una pauta básica de actuación y control:

1. Decidir si el simulacro se va a realizar habiendo informado previamente a todo el personal, al personal que interviene en el plan o si no se va a informar a nadie.

– Definir el tipo de emergencia a simular (herido, incendio, etc.) localizando el punto en el que se genera.

– Dar la alarma de evacuación

b) Si el personal no está informado:

– Dar la alarma de evacuación

2. Verificar la actuación del personal, para ello se puede situar en los puntos más críticos a personas que visualicen la intervención de algún miembro del equipo.

3. Controlar tiempos de evacuación de todo el personal:

  1. Total: Desde que se da la alarma del incendio hasta que se hace el recuento de personal evacuado
  2. Parcial: Desde que se da la alarma de evacuación hasta que se hace el recuento del personal evacuado.

4. Verificar que se han ejecutado todas las pautas establecidas: corte del gas (o su simulación), de la corriente eléctrica (o su simulación), etc.

5. Realizar una reunión con las personas que forman los grupos de autoprotección para que puedan transmitir las deficiencias o los problemas que han encontrado.

Sería recomendable dar la posibilidad a cualquier persona de la empresa de que nos facilite su opinión sobre deficiencias o posibles mejoras.

6. Emitir un informe con las deficiencias e incluirlas en la planificación para que sean ejecutadas.

Recordar que los objetivos que tiene que cubrir el simulacro son:

  • Entrenamiento de   los  componentes  de  los  equipos  que  intervienen  en  el  plan  de  emergencias  y  evacuación, así  como  de  todos  los  afectados  en
  • Detección de  posibles  circunstancias, o  comportamientos  imprevistos  de los  equipos, que   no  se  han  tenido en  cuenta  a  la  hora  de  elaborar  el  plan  de  emergencias  y  evacuación.
  • Comprobación del  correcto  funcionamiento  de  los  medios
  • Medición de  tiempos, tanto  de  evacuación como  de  intervención, para  obtener  las  conclusiones pertinentes.

 

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